La inulina de agave pertenece a un grupo de azúcares naturales que provienen de las plantas, así es ¡un azúcar! sin embargo esta no es digerida por las enzimas digestivas, lo que quiere decir que el organismo humano no puede absorberla. En concreto la inulina de agave es un tipo de fibra prebiótica soluble, de la cual, podemos obtener grandes beneficios.