La importancia de la capacitación durante la cuarentena

La importancia de la capacitación durante la cuarentena

La crisis sanitaria del COVID-19 es indudablemente una desgracia, pero el confinamiento ha resultado también una oportunidad para continuar creciendo personal y profesionalmente.

La desconexión parcial con el mundo exterior ha permitido a muchos dedicar más tiempo a actividades como jugar videojuegos o visitar sitios de streaming, que aunque son formas válidas de entretenimiento, la verdad es que no abonan mucho al desarrollo personal.

Las circunstancias de la pandemia que transformaron la cotidianeidad y la realidad de un sinnúmero de personas han orillado a muchas a mirar hacia dentro e identificar sus fortalezas, debilidades y posibles mejoras.

Este ejercicio reflexivo, aunado al hecho de que el trabajo remoto y el aprendizaje en línea gozan ahora de un protagonismo sin precedentes, ha permitido que algunos profesionistas detengan sus pasos y se pregunten si están aprovechando todo ese tiempo libre que la crisis les está obsequiando.

 

Educación en tiempos de pandemia

El sector educativo fue uno de los más afectados por la pandemia de COVID-19. Tan pronto como se declaró la emergencia sanitaria, los estudiantes de todas las edades dejaron de asistir a clases. Las escuelas y universidades de todo el mundo cerraron sus puertas y, hasta el día de hoy, la situación se mantiene sin novedades.

No obstante, el aprendizaje no se detuvo, pues, por primera vez en la historia, las clases en línea reemplazaron a las presenciales, lo que impulsó el surgimiento de un sinnúmero de soluciones digitales para potencializar esta modalidad; que ya se estaba convirtiendo en una exigencia por parte de las nuevas generaciones, hambrientas por métodos de enseñanza más innovadores.Considerada como ‘la educación del futuro’, el aprendizaje en línea se convirtió en una realidad de la noche a la mañana y ahora se ha posicionado como una de las principales opciones para la capacitación profesional.

¿Por qué capacitarse en cuarentena?

La coyuntura actual parece hacer hincapié en la necesidad de desarrollar habilidades blandas, como la resiliencia, el liderazgo o la inteligencia emocional; no obstante, hay que tener en cuenta que cuando la pandemia termine y el mundo laboral regrese a la normalidad, aquellos profesionistas u organizaciones empresariales que estén mejor preparados serán quienes logren mantener su posición en el mercado.

Por lo anterior, la capacitación en habilidades técnicas como el desarrollo de destrezas tecnológicas para resolver problemas y generar flujos de trabajo más eficientes resulta igual de relevante que las mencionadas anteriormente.

Oferta educativa durante cuarentena

Los cursos en línea están en el centro de atención en este momento debido a las circunstancias de las que ya hemos hablado en este artículo y que han surgido de los largos confinamientos, así como por el congelamiento de las actividades laborales y educativas que desplazaron el trabajo y la educación al hogar.

Por ello, si deseas aprovechar el tiempo para mejorar tus habilidades de forma remota en Generalia tenemos una basta oferta, ya que contamos con cursos en línea para educar a gran escala, con calidad y con sentido social; tres retos que toda institución educativa tendrá que superar en los años que vienen.

Algunos consejos para el aprendizaje remoto durante cuarentena

Organiza y administra tu tiempo

Al comenzar, es importante tener en cuenta que tomar tres o cuatro cursos de forma remota será muy diferente a tomar una clase tradicional.

Debido a que no contarás con una estructura convencional, la administración de tu tiempo será uno de tus desafíos más importantes. Todos necesitamos estructura y por ello tendrás que imponer una tú, de tal manera que maximices tu aprendizaje.

Puedes comenzar reflexionando sobre cuándo, dónde y cómo emprenderás el estudio y después continuar con la eliminación de todo tipo de distracciones. Considera que en la educación remota, las redes sociales son las más peligrosas de todas.

Por último, piensa en tu entorno de aprendizaje. Será mejor elegir un lugar de estudio tranquilo y libre de distractores. La designación de un espacio, o espacios, para cursar tus asignaturas aportarán un tipo de estructura que, de otra forma, estaría ausente.

Comunícate

La comunicación es fundamental en la educación remota, ya que los momentos de interacción con tus profesores estarán limitados, por lo que es vital usar estos espacios de manera pertinente para hacerles saber si estás enfermo o tienes problemas familiares o financieros. No es necesario que compartas todos los detalles, pero dales la oportunidad de ayudarte durante los momentos difíciles. Ellos también enfrentan sus propios desafíos, por lo que probablemente lo entenderán.

Estudia y aprende de manera activa

El aprendizaje efectivo en la modalidad remota requerirá que te involucres activamente en el proceso; es decir, que no solo te dediques a revisar los contenidos, escuchar conferencias y leer los materiales de manera pasiva, sino que realices anotaciones, investigues y partícipes.

Algunas estrategias a considerar son las siguientes:

  • Recuperación de datos: implica recuperar información desde la memoria al entendimiento
  • Intercalado: mezclar diversas temáticas o tipos de prácticas para profundizar en sus aspectos más relevantes y mejorar el aprendizaje
  • Aprendizaje espaciado: implica aprender un tema en múltiples sesiones espaciadas
  • Cuestionamiento explicativo: requiere la respuesta de los porqués de un asunto analizando y explicando los argumentos utilizados

Reflexiona y enfócate

Una vez que te hayas adaptado a todos tus cursos y hayas desarrollado un plan para participar con el material del curso, monitorear tu desempeño será el próximo paso.

En otras palabras, reflexionar sobre qué tan bien te estás pegando a los horarios que diseñaste, entre otros aspectos.

Al final de cada semana podrías hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Qué te funcionó bien esta semana?
  • ¿En qué cursos te sientes más seguro en términos de aprendizaje?
  • ¿Qué no te funcionó bien esta semana?
  • ¿Cuáles son algunos ajustes menores que podrías implementar para tener más éxito?
  • ¿Qué tipo de apoyo (de un asistente técnico, un profesor, un compañero de clase, un familiar o un coach) necesitas

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